Hipocondría: una aproximación al problema
«…la paciente describe ataques ocasionales de dolor abdominal leve, sensación de plenitud, ruidos intestinales y una masa abdominal firme (…) Durante el En los últimos meses ha ido aumentando progresivamente su preocupación por estas sensaciones, hasta el punto de estar convencido de que pueden indicar la presencia de un carcinoma de colon, somete sus heces a evaluaciones semanales para ver si hay sangre oculta y dedica 15-20 minutos cada 2-3 días para palpar cuidadosamente su abdomen (…) Cuenta su historia con un tono sincero, desanimado, y sólo se alegra (…) cuando puede dar una explicación detallada del descubrimiento de un verdadero, pero clínicamente anomalía uretral insignificante…” (Fuente: DSM-IV: Casebook).
TRATAMIENTO DE LA HIPOCONDRÍA.
Si sufres de hipocondría, debes saber que los tratamientos psicológicos basados en terapias cognitivo-conductuales han una tasa de éxito realmente alta. Este tipo de sesiones tienen como objetivo que toleres tu malestar y tus sospechas infundadas. Por otro lado, aprenderás valiosas técnicas para controlar la ansiedad. En general lo que se pretende con ellas es que dejes de centrarte en padecer una enfermedad grave, pero inexistente.
Se trata de un conjunto de técnicas que utilizan el diálogo socrático y la evidencia veraz para validar creencias. Te ayudará a redirigir pensamientos irracionales hacia creencias menos catastróficas. En el caso de la hipocondría, se centra en distinguir los errores por los que atribuyes funciones normales del organismo a una enfermedad. Por otro lado, te animará a centrar la atención en las manifestaciones saludables del cuerpo, para que tengas una percepción más real de ti mismo.
Delirio hipocondríaco
El trastorno delirante es un trastorno psicológico caracterizado por la presencia de una o más creencias delirantes. Con engaño, nos referimos a una idea que altera la forma en que percibimos el mundo y a nosotros mismos. Esta percepción no puede cambiarse, aun cuando se presenten pruebas en contrario.
Dentro de este grupo se pueden distinguir varios subtipos, entre ellos el delirio hipocondríaco. Se distingue porque la persona que la padece vive con la delirante convicción de que tiene algún problema grave. Con frecuencia, estas personas se someten a exámenes médicos y, aunque los resultados son normales, siguen convencidos de su enfermedad. En algunos casos, incluso pueden tomar medicamentos o someterse a procedimientos médicos invasivos.