Relajacion para reducir la ansiedad escuchar

Este entrenamiento de relajación es uno de los más utilizados en terapia psicológica y, a su vez, uno de los más amplios. Aquí encontrarás una versión reducida de la formación, adecuada para realizarla en un tiempo más o menos breve.

  1. Elige un lugar cómodo y tranquilo donde nada te distraiga.
  2. Cierra los ojos y respira hondo.
  3. Con cada exhalación repite mentalmente «Estoy relajado, cada vez más tranquilo».
  4. Fija tu mente en tu pierna derecha y concéntrate en su calor. Ves relajándola lentamente mientras te repites “mi pierna derecha está relajada, cada vez más”.
  5. Cuando esa extremidad esté relajada, pasa a la pierna izquierda y repite el ejercicio. Luego continúa con el abdomen, los brazos y el cuello.
  6. Cuando tu cuello esté relajado muévete hacia la cabeza. Concéntrate en ella y repite «mi cabeza está clara». En este momento todo tu cuerpo debe estar en un estado relajado.
  7. Respira hondo antes de abrir los ojos. Conserva esa sensación de relajación y, antes de levantarte, estira los músculos y activa tus sentidos.

Respira hondo

Es importante ser consciente de tu respiración cuando te enfrentas a situaciones estresantes. Los estudios demuestran que la respiración lenta y profunda puede ayudar a controlar los nervios y prevenir los ataques de pánico.

La relajación muscular es una forma efectiva de calmar los nervios de examen, ya que la ansiedad a menudo está relacionada con el aumento de la tensión muscular que tiende a reforzar la tensión mental, cuyos efectos combinados pueden generar sentimientos de mayor estrés y nerviosismo. En este sentido, el ejercicio y las técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, son excelentes maneras de controlar los nervios si las preocupaciones comienzan a afectarlo.

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