La ansiedad te quita el apetito

Los síntomas son diversos cuando se pierde peso por ansiedad, pero por regla general la pérdida de peso es provocada por los nervios que afectan al estómago.

Esto también provoca una constante pérdida de apetito, lo que te baja las defensas y te sientes muy mal; Aparte de esto, el peso sufre un desequilibrio constante debido a los fuertes ataques de nervios que se sufren y es entonces cuando notamos con preocupación la pérdida de peso por ansiedad.

Características del hambre emocional

  • Necesidad de comer aunque no sientas hambre fisiológica: necesitas introducir alimentos en tu organismo aunque no sientas hambre común. Comer impulsivamente: Además, este tipo de hambre emocional se caracteriza porque se desconoce el origen de esa necesidad, pero no se puede controlar. Esto hace que el acto de comer sea impulsivo y descontrolado.
  • Sentimiento de culpa: es muy común que, después de este ataque de hambre, las personas se sientan culpables porque todavía no se sienten bien o satisfechas. Esto se debe a que la fuente de su problema no se ha resuelto con la comida.
  • Comer para sentirse mejor: hay un trasfondo en este comportamiento que persigue una sensación de mejora y bienestar a través de la alimentación. Sin embargo, al no resolverse, es común que la persona se sienta triste y desilusionada luego del atracón.

Problemas endocrinos (hipotiroidismo)

La tiroides es la que libera hormonas para que los alimentos (es decir, nuestro combustible) se conviertan en energía. Cuando no se liberan suficientes hormonas, el metabolismo se ralentiza, se utiliza menos energía y puede disminuir la necesidad o el deseo de comer.

Sí, la falta de apetito es otra consecuencia del envejecimiento. Con la edad, la digestión se ralentiza de forma natural. La movilidad suele disminuir, por lo que se utiliza menos energía y el deseo de comer se minimiza o desaparece.

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