Pandemia, teletrabajo, incluso más estrés de lo habitual, menos posibilidades de ir al gimnasio y movernos… Las consecuencias físicas y emocionales han hecho que se disparen los dolores de cabeza, cuello, mareos, pero también la sensación de opresión en el pecho y Dificultad para respirar profundamente. Esto no siempre se debe a la ansiedad. Te podemos ayudar. ¿Quieres saber cómo? Sigue leyendo.
Cuando estamos sometidos a un estilo de vida tan estresante como el actual, y todo ello agravado por la situación de pandemia y su amplio abanico de consecuencias, no es de extrañar que se produzca un aumento exponencial de los casos de ansiedad. , nerviosismo, insomnio, dolores de cabeza, mareos, dolores de cabeza, trastornos gastrointestinales…
Tengo una sensación de frío en el pecho ansiedad
La ansiedad tiene muchas manifestaciones, y en algunos casos, puede alterar nuestra temperatura corporal. Así como la sudoración es un síntoma, puede aparecer una sensación de frío en el pecho o incluso escalofríos. Esto sucede porque el cuerpo se enfría como una forma de evitar el aumento de temperatura que genera automáticamente el sistema de lucha o huida.
Para algunas personas, esta sensación de frío precede incluso a un episodio de ansiedad o un ataque de pánico, que podemos aprovechar si aplicamos técnicas de relajación y prevenirlos Recuerde que esta sensación de frío debería desaparecer cuando la ansiedad disminuya.
Entonces… ¿no me va a dar un infarto?
Este síntoma se confunde frecuentemente con alguna alteración en el corazón, lo que provoca mucho temor y preocupación en las personas afectadas.
Hay que tener claro que este síntoma no tiene nada que ver con un infarto de miocardio. Los ataques cardíacos son causados por un coágulo de sangre que bloquea una de las arterias coronarias (que transportan sangre y oxígeno al corazón) de modo que la sangre no llega al tejido cardíaco. La falta de oxígeno es la causa de la muerte de las células miocárdicas. Normalmente esta obstrucción se produce porque estas arterias se han ido engrosando por un exceso de colesterol, que junto con algunas células van formando placas. Estas placas pueden desprenderse y taponar la luz arterial estrechada.