Como la mayoría de los tratamientos, cuanto antes se diagnostique el problema de ansiedad, más fácil será manejarlo y proporcionar un tratamiento específico y adecuado a las características.
Asimismo, los tratamientos que se han mostrado más efectivos contra los trastornos de ansiedad en adolescentes son la terapia cognitivo conductual (TCC), y los medicamentos antidepresivos (aunque este último tratamiento no lo vamos a profundizar).
Guía de actividades para trabajar la ansiedad en adolescentes
Los padres siempre esperan poder ofrecer a sus hijos todo lo que está a su alcance y principalmente que “todo” debe centrarse en darles todas las herramientas para que se desarrollen con las mejores capacidades académicas, psicológicas y emocionales, para que puedan alcanzar una vida adulta plena y feliz.
Con esta guía de actividades para trabajar la ansiedad en adolescentes pretendemos ayudar a vuestros hijos de las siguientes maneras:
¿Qué debemos hacer cuando percibimos que nuestros hijos sufren ansiedad?
En ocasiones cuando percibimos que el niño sufre ansiedad, ya sea porque él mismo lo comenta o porque observamos alguno de los síntomas, es fundamental tener en cuenta que:
- El objetivo es que el niño aprenda a controlar la ansiedad, no a eliminarla. La apoyaremos recordándole las estrategias que ha aprendido. Si la situación lo permite, actuaremos como una guía externa (por ejemplo, ayudándote a contar los latidos de tu respiración). La mejor manera de ayudar a los niños a superar su ansiedad es ayudarlos a aprender a tolerarla lo mejor que puedan. Con el tiempo, la ansiedad disminuirá.
- No evitar ciertas cosas simplemente porque le provoquen ansiedad al niño. Ayudar a los niños a evitar las cosas que los asustan los hará sentir mejor a corto plazo, pero a costa de reforzar su ansiedad a largo plazo.
- Anímalo a afrontarlo con un lenguaje positivo pero realista (ante el miedo a hablar en público, en vez de decirle “lo vas a hacer perfecto”, “tú sabes relajarte, recuerda que pueden controlar…»
- Actuar como modelos de comportamiento y afrontamiento: los niños aprenden a actuar y a afrontar los problemas imitando y adoptando como propias las formas de actuar de las personas cercanas a ellos. un ejemplo de cómo controlar la ansiedad de forma saludable. En lugar de fingir que no experimentamos estrés o ansiedad, que los niños vean que sabemos controlarlo, tolerarlo.
- Trabajar pensamientos o creencias disfuncionales sobre situaciones que les preocupan, es decir, pensamientos catastróficos o negativos sobre lo que puede pasar (“se van a reír de mí, voy a hacerlo fatal, soy no voy a poder controlarlo…”), reemplázalos por pensamientos más funcionales (“Voy a tratar de hacer lo mejor que pueda, si sigo respirando la Ansiedad va a disminuir…)
- Reforzar su autoestima: un factor esencial en la motivación y el desarrollo de cualquier persona es tener una buena imagen de sí mismo. Tus padres aquí tienen un papel muy importante reforzando los logros que vas consiguiendo.
- Imprescindible decirle que apreciamos el gran esfuerzo que está haciendo.
- Antes de afrontar una situación temida, es importante ponerse de acuerdo de antemano si notas que estás nervioso. Que el niño/a se tome su tiempo para poner en práctica las estrategias aprendidas y pueda ver como la ansiedad disminuye. En el momento en que esté listo, puedes decirle: “cuando estés listo, adelante”. Déjele sentir que él/ella decide enfrentarlo en lugar de sentirse “empujado” a hacerlo.
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