El objetivo aquí es inflar el diafragma, no el pecho. Para aprender a practicarlo correctamente, colocamos una mano en el pecho y la otra en el vientre, respiramos hondo por la nariz, sintiendo crecer el vientre y estirar los pulmones. Trate de tomar de seis a diez respiraciones lentas y profundas durante 10 minutos todos los días.
Estos ejercicios utilizan la respiración para reducir la tensión en todo el cuerpo. Manteniendo respiraciones profundas y lentas, comenzamos inhalando por la nariz contando hasta cinco mientras tensamos los pies, y exhalando por la boca contando hasta cinco relajándolos. Intente repetirlo para diferentes áreas de su cuerpo: rodillas, muslos, glúteos, pecho, brazos, manos y dedos, cuello y mandíbula y ojos.
¡Soy un globo!
Es una técnica de respiración muy eficaz para reducir los síntomas de ansiedad y favorecer la relajación. Además, es muy fácil de aplicar por lo que el pequeño podrá ponerlo en práctica en cualquier momento, lo mismo en casa, en el supermercado o incluso en el colegio. Pídale a su hijo que imagine que es como un globo que se infla y desinfla lentamente.
Aliviar la ansiedad mediante técnicas de respiración
Los ejercicios de respiración son una excelente, rápida y sencilla solución para aliviar el estrés y la ansiedad. Las técnicas de respiración que son apropiadas funcionan con la ansiedad a nivel fisiológico al disminuir automáticamente la frecuencia cardíaca. El efecto sobre la ansiedad es casi instantáneo.
La respiración es un proceso fundamental para la vida cuyo principal objetivo es aportar oxígeno a nuestro organismo. La frecuencia de los movimientos respiratorios de inspiración y espiración constituyen la frecuencia respiratoria.