Hay momentos en que la ansiedad hace acto de presencia sin saber muy bien por qué. Puede aparecer a través de ciertos síntomas como visión borrosa, temblores o sensación de ahogo. Son señales que indican que nuestros niveles de ansiedad son muy altos, y sus efectos se sienten en todo nuestro cuerpo y mente.
A veces la ansiedad aparece sin más a través del temido ataque de pánico. Estamos aparentemente bien y tranquilos, y de repente aparecen los síntomas de este tipo de ataques de ansiedad. Nos empieza a doler el pecho, a tener esa sensación de perder el control, y el característico ahogo. Es entonces cuando sufrimos un ataque de pánico, del que luego empezaremos a pensar cómo pudimos haberlo sufrido si estamos tranquilos.
¿Ansiedad sin razón aparente?
Tener ansiedad sin razón aparente es completamente normal, es una condición de la propia experiencia de ansiedad. Es una situación que tiene un origen psicológico y un correlato físico, por lo que esta carencia también puede ser objetivo del trabajo terapéutico.
En este sentido, hay una parte muy importante de la psicología y la medicina que lo han estudiado como un fenómeno multicausal en el que se pueden ver diferentes eventos desencadenantes. Psíquicos, sociales o fisiológicos desde traumas hasta el consumo de sustancias peligrosas.
¿Por qué tenemos ansiedad? Sus causas
Como adelantábamos, la ansiedad es una respuesta típica del organismo cuando percibe algún tipo de peligro cercano. Pero hay otras razones que dan lugar a esta reacción. Ya sea por un efecto secundario de medicamentos, causas psicológicas o incluso genéticas, la ansiedad forma parte de nuestra existencia porque, al menos, la hemos sentido en algunas ocasiones.
La situación más complicada a la que se enfrentan algunos pacientes es una ansiedad que no entienden o que, en determinadas circunstancias, aparece durante una aparente calma.