Me cuesta enfocar la vista ansiedad

Mioquimia. O lo que es lo mismo, tics o temblores involuntarios en los ojos. Suelen aparecer en el párpado inferior, aunque pueden afectar a cualquier fibra muscular situada en la zona periorbitaria. Están claramente asociados con el estrés, la tensión nerviosa y la falta de sueño, así como con el consumo excesivo de cafeína y estimulantes. Con un adecuado descanso y masajes en la zona, suelen desaparecer rápidamente y sin secuelas.

Fatiga visual. También se conoce como estrés visual o astenopía. Suele surgir después de pasar muchas horas mirando la pantalla del ordenador, la tablet o el móvil. Provoca dolores de cabeza, dificultad para enfocar la vista y dificultad para leer. Además, se acompaña de cansancio general, visión borrosa o visión doble. Este desorden se palia controlando el tiempo de exposición a las pantallas, realizando descansos e intentando trabajar en buenas condiciones de iluminación.

Pérdida de visión por depresión

La depresión también puede causar problemas con nuestra visión. De acuerdo con los resultados del Estudio Nacional de Envejecimiento y Tendencias de Salud de EE. UU., la pérdida de la visión también puede estar asociada con la depresión.

Según el Dr. Joshua R. Ehrlich, de la Universidad de Michigan, Ann Arbor, autor principal del estudio, «las personas mayores tienen un alto riesgo de problemas de visión en comparación con otros segmentos de la población». .

¿Qué provoca la visión borrosa cuando experimentamos ansiedad?

Algo que debemos destacar es que este fenómeno suele ser temporal, no dura mucho. Sin embargo, si la ansiedad y la visión borrosa aparecen juntas, se debe básicamente a tres factores:

  • La ansiedad alta viene como resultado de un aumento de adrenalina en el cuerpo. Esta hormona prepara el cuerpo para la defensa o el ataque: acelera el corazón, lleva más oxígeno a los músculos, alerta…
  • Ahora bien, lo que también provoca este agente químico es una dilatación de las pupilas. Este efecto facilita la mayor entrada de luz y que nos cueste enfocar. Los ojos se resienten, se experimenta tensión muscular y todo ello genera esa visión borrosa o incluso de túnel.
  • También hay otro factor determinante: el aumento de la presión arterial. A mayor ansiedad surge la hipertensión y este hecho también repercute en la salud ocular.
  • Por otro lado, también es importante hacer referencia a los ataques de pánico. Estas experiencias son casi como una explosión momentánea de síntomas en los que se altera todo el organismo. El gasto energético es inmenso, con lo que es común que la visión se vea afectada, incluso que se nuble.

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