Como ya hemos comentado, son los pensamientos distorsionados, y no realistas, los que dan lugar a la ansiedad.
¿Me estoy volviendo loco?
Ansiedad: anclaje y pensamientos irracionales
La mente humana es maravillosamente compleja, pero también suele ser “perezosa”.
Cuando algo es de especial importancia para nosotros y se produce una respuesta emocional, ya sea positiva o negativa, nuestra mente tiende a asociar ese estímulo con esa misma respuesta dada; de modo que cada vez que estemos expuestos a ese estímulo, tenderemos a responder de la misma manera.
El caso de María Dolores: Me podría contaminar.
María Dolores es una mujer de 36 años que trabaja como jefa de laboratorio en una empresa química. Desde hace algún tiempo ha notado que se ha vuelto más escrupulosa. A menudo siente que puede contaminarse a sí misma ya los demás. Esto le obliga a lavarse las manos cada vez con más frecuencia, llegando a los 30 lavados al día. En el trabajo, maneja productos químicos peligrosos que ameritan tomar ciertas medidas de precaución. Sin embargo, reconoce que su cautela va más allá de lo razonable y acude a una consulta psicológica precisamente porque teme que los demás se den cuenta de algo y consideren que es extraña, lo que impediría, según sus palabras, ser ascendida. de ella en su compañía. Cuando investigamos su vida privada, encontramos que esta «cautela» también se daba en casa: necesitaba lavarse las manos casi con la misma frecuencia que en el trabajo, la ducha duraba entre 30 y 40 minutos y tenía que seguir estrictamente un orden específico, cada el lavado tenía que hacerse de cierta manera para evitar la propagación de gérmenes que pudieran quedarse en el fregadero. A veces había que repetir los lavados más de lo habitual, hasta conseguir una sensación de total descontaminación. Lo que más la angustiaba era verse encerrada en una situación absurda: sabía que no se estaba contaminando con nada, pero tenía tantas ganas de no lavarse que se vio obligada a hacerlo, una y otra vez.
La característica del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es precisamente la presencia de obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son pensamientos o imágenes que entran en nuestra cabeza de forma involuntaria y que no sentimos como propios. Es común que la persona que sufre obsesiones las considere absurdas, cuando no descabelladas. Algunos de mis pacientes han tenido obsesiones realmente angustiosas. Una madre amorosa de sus hijos tenía miedo de hacerles daño cuando le llegaban imágenes de sí misma apuñalándolos. Tenía miedo de ser realmente una persona con instintos homicidas y estaba profundamente deprimida por tantos pensamientos. Cuanto más luchaba por quitarse estos pensamientos de la cabeza, más se le ocurrían; y parecía impotente para controlar sus pensamientos.