Aparte de los factores mencionados anteriormente, existen otros parámetros que pueden hacer que las personas experimenten ansiedad por la noche, y también en general.
Por la noche, el cuerpo comienza a prepararse para el descanso y el sueño reparador. Es un momento de transición entre la actividad diurna y el descanso total al dormir. Cuando la mente de una persona todavía está en movimiento y está inquieta y excitada, el cuerpo a menudo responde estando también tenso.
Causas
La ansiedad es una respuesta emocional normal ante situaciones estresantes. Sin embargo, cuando es excesiva o interfiere en la vida diaria, ya se considera un trastorno de ansiedad.
Existen varias causas potenciales de los trastornos de ansiedad, entre las que destacan:
Ansiedad y activación somática
Mariano Chóliz, de la Universidad de Valencia trata de explicar la relación entre la ansiedad nocturna y el insomnio, a través de la llamada «hipótesis de Monroe» o activación somática. Para ello, se supone que un alto grado de activación del organismo (arousal) perjudica el sueño en términos cualitativos y cuantitativos. Uno de los trastornos que provoca este aumento de la excitación es la ansiedad, de ahí que sea evidente su relación con las dificultades para conciliar el sueño.
Chóliz considera el acto de dormir como una necesidad básica, fuertemente vulnerable a variables psicológicas, físicas o fisiológicas. De ahí que los pensamientos intrusivos, las preocupaciones, las cavilaciones, las anticipaciones sobre el futuro, etc. sean tremendamente perjudiciales para dormir bien.