Como acabamos de ver, el nudo en la garganta es uno de los síntomas típicos de la ansiedad, que se desencadena tras un estado de activación del organismo, que se prepara para afrontar un posible peligro y/o amenaza. El objetivo es, ni más ni menos, inhibir o bloquear aquellas actividades incompatibles con la respuesta de ataque/huida, para estar más preparados ante esta amenaza y garantizar nuestra supervivencia.
Y una de esas actividades es precisamente la ingesta de alimentos, ya que es irrelevante cuando estamos frente a un peligro o amenaza (comer o no durante una situación de amenaza no aporta nada significativo -como ocurre con la tensión muscular de las extremidades, por ejemplo, que, a diferencia de los síntomas digestivos, sí cumple una función importante, tensar nuestros músculos para correr más rápido y huir o atacar con fuerza a nuestra amenaza, por lo que este síntoma se activa en momentos de ansiedad-).
Función anormal del esfínter esofágico superior
También se han encontrado estudios e investigaciones que asocian balón histérico con presión elevada del esfínter esofágico. Esta condición es rara, aunque es común entre las anomalías del esfínter esofágico con una prevalencia del 55%, según la evidencia.
Algunos expertos e investigadores señalan que algunos casos pueden estar relacionados con trastornos motores esofágicos. De hecho, la evidencia indica que hasta el 64% de los pacientes que presentan sensación de globo tienen ciertas anomalías en la manometría esofágica. De estos, el 29% corresponden a trastornos de la motilidad esofágica.
Obesidad
Dada la sensación de ahogo, también existe la posibilidad de que la causa sea la obesidad. Las personas que padecen esta afección suelen presentar una alteración en la caja torácica que dificulta la respiración.
Además, el sobrepeso puede dificultar la capacidad de mantener una buena respiración, especialmente al dormir.