Las complicaciones físicas del duelo también pueden ser intensas y complejas. Por ejemplo, pueden presentarse procesos de ansiedad que incluyen ataques de pánico, mareos y fuertes somatizaciones físicas. La somatización se hace evidente cuando no se presta una adecuada atención al proceso interno, tanto emocional como cognitivo. Es el recurso que tiene nuestro cuerpo para llamar la atención sobre lo que está pasando y no estamos prestando atención. Por eso, debemos estar más agradecidos que enojados con nuestro cuerpo cuando sufre, ya que nos está advirtiendo y, por tanto, haciéndonos un favor.
En el duelo hay muchas situaciones que nos llevan a no atender adecuadamente el proceso en sí: el miedo de las personas a entrar en contacto con el dolor (lo que les lleva a evitarlo y llenar su vida de actividades), reprimir según qué emociones, centrarse más en el proceso familiar que en el propio, o el miedo a la muerte que se hace real cuando muere alguien cercano… Todo ello aumenta la probabilidad de que el cuerpo se queje.
El motivo de la ansiedad tras la muerte de un ser querido
Varios teóricos han dividido el proceso de duelo en fases. Tomando como referencia el artículo Duelo y las etapas de la vida, serían negación, ira o enfado, negociación, depresión y aceptación. La descripción se centra en la tristeza o la ira, pero rara vez se explica la aparición de la ansiedad tras la muerte de un ser querido.
La ansiedad que sentía Sandra podría encajar perfectamente con la etapa de depresión del duelo. Pues bien, durante esos episodios de ansiedad, aun cuando remitieron, explicó que sentía una profunda tristeza de origen desconocido.
¿Existe relación entre el duelo patológico y la depresión?
Aunque el duelo y la depresión son dos cosas diferentes, ambas pueden coexistir y, de hecho, un duelo complicado o no resuelto puede desencadenar una depresión, especialmente en personas con antecedentes personales de depresión, por lo que es muy importante mantener esto en cuenta para que, si es necesario, busque ayuda lo antes posible.
Además, “si los síntomas de duelo patológico cambian y comienzan síntomas más propios de un trastorno afectivo, entonces debemos establecer un diagnóstico de depresión, que requiere tratamiento, cuanto antes mejor”, señala el psiquiatra. .