Al igual que años anteriores, 2020 comenzó con una nota de esperanza. El número -2020- en sí mismo fue inspirador, sugiriendo una claridad y agudeza visual óptimas. La pandemia de COVID-19 y los recientes disturbios civiles han cambiado la vida cotidiana, poniendo a prueba nuestra resiliencia. No sabemos cómo vamos a vivir la ‘nueva normalidad’. Durante la nueva normalidad estaremos de luto por las vidas, momentos y oportunidades perdidas. Pero con suerte, la nueva normalidad también traerá una nueva apreciación por la conexión, la libertad de hacer las cosas que disfrutamos, el toque humano e incluso la tecnología. Esperamos que la nueva normalidad esté llena de esperanza por la igualdad, la empatía y el diálogo sobre lo que nos une para superar lo que nos divide. Aunque no siempre podemos evitar o eliminar el sufrimiento y el dolor, podemos practicar la empatía y escuchar para comprender y no para estar de acuerdo. Podemos intentar tener conversaciones incómodas que lleven a la comprensión y al amor. Podemos trabajar para encontrar nuestra propia voz y luego usarla para cultivar la esperanza y el amor.
¿Qué debo hacer para controlar mi ansiedad?
A pesar de que es un sentimiento natural del organismo ante una amenaza, es necesario controlarlo ya que, por los síntomas que presenta, puede ser altamente incapacitante, cronificarse o a la depresión
Si manifiestas constantemente los síntomas antes mencionados, es necesario acudir a un médico especialista para determinar el tratamiento más adecuado. En general, el objetivo del tratamiento es que la persona pueda controlarlo. Un abordaje óptimo en las personas con ansiedad permite dotarlas de las herramientas necesarias que promuevan una forma adecuada de canalizar las situaciones que les generan ansiedad. El tratamiento varía según la persona y su situación y puede basarse en:
Dolor físico por ansiedad estomacal
Cuando tenemos emociones conflictivas, estrés o nos enfrentamos a situaciones inciertas, muchos de nosotros tendemos a sentirnos molestos e identificar lo que sentimos como algo desagradable, incluso podemos ubicar estas sensaciones en el cuerpo, «me siento nervioso en el estómago» a veces decimos, bueno, esto no es un tema al azar ya que, además del cerebro, nuestro El sistema digestivo también colabora para hacer frente a las dificultades. Lo cierto es que sentir emociones involucra a todo nuestro sistema nervioso, de ahí síntomas como los molestos nervios en el estómago, que son incómodos.
También hay que tener en cuenta que la respiración alterada, propia de los estados de ansiedad, puede producir un exceso de gases que pueden provocar molestos y continuos pinchazos en el estómago.