Al igual que años anteriores, 2020 comenzó con una nota de esperanza. El número -2020- en sí mismo fue inspirador, sugiriendo una claridad y agudeza visual óptimas. La pandemia de COVID-19 y los recientes disturbios civiles han cambiado la vida cotidiana, poniendo a prueba nuestra resiliencia. No sabemos cómo vamos a vivir la ‘nueva normalidad’. Durante la nueva normalidad estaremos de luto por las vidas, momentos y oportunidades perdidas. Pero con suerte, la nueva normalidad también traerá una nueva apreciación por la conexión, la libertad de hacer las cosas que disfrutamos, el toque humano e incluso la tecnología. Esperamos que la nueva normalidad esté llena de esperanza por la igualdad, la empatía y el diálogo sobre lo que nos une para superar lo que nos divide. Aunque no siempre podemos evitar o eliminar el sufrimiento y el dolor, podemos practicar la empatía y escuchar para comprender y no para estar de acuerdo. Podemos intentar tener conversaciones incómodas que lleven a la comprensión y al amor. Podemos trabajar para encontrar nuestra propia voz y luego usarla para cultivar la esperanza y el amor.
Ansiedad y dolores de cabeza:
Se producen por un exceso de tensión muscular, llegando incluso a precipitar contracturas y nódulos.
Ante el estrés, los músculos del cuello, la cabeza e incluso los músculos de los ojos se tensan. La combinación de hormonas, calor corporal y tensión muscular parece ser la explicación más probable de los dolores de cabeza.
Tipos de dolor causado por la ansiedad
Como hemos visto, la ansiedad puede provocar dolores de cabeza. De hecho, es una de las causas más comunes de migrañas y dolores de cabeza. Vamos a ver los diferentes tipos de dolor de cabeza que pueden aparecer por ansiedad:
- Dolores de cabeza vasculares. Los dolores de cabeza vasculares aparecen por la dilatación y constricción de venas y arterias en el cerebro. La persona que las padece describe la sensación de tener un casco en la cabeza que aprieta y presiona.
- Cefaleas tensionales. Tienen su origen en una gran tensión muscular, que acaba provocando contracturas o nódulos. En ocasiones, incluso los músculos de la cabeza, el cuello y los ojos se tensan, lo que acaba provocando un dolor de cabeza.
- Presión en la cabeza. La ansiedad puede causar presión en la cabeza, lo que a su vez provoca dolores de cabeza por tensión.
- Adormecimiento en la cabeza. Si sufrimos de ansiedad crónica, también pueden aparecer dolores de cabeza. Si esto se prolonga en el tiempo, la cabeza puede adormecerse, lo que provoca un dolor generalizado en toda la cabeza.
- Ruidos en la cabeza. Ante un ataque de migraña o dolor de cabeza, provocado por la ansiedad, pueden aparecer ruidos en la cabeza que empeoran el estado de la persona. Los ruidos podrían estar indicando que el cerebro está generando inflamación en la cabeza.
- Ardor en la cabeza. Otra posible relación entre el dolor de cabeza y la ansiedad es la aparición de una sensación de ardor en la cabeza. Sería como sentir que tu cabeza está en llamas, ardiendo. La sensación de ardor suele presentarse en oleadas, como pinchazos que crean malestar y una sensación de tensión, que acaba provocando un dolor agudo e intenso.
- Calambres en la cabeza. La ansiedad también puede generar calambres en la cabeza, que se traducen en un cosquilleo frío, que se extiende por toda la zona craneal. Esto sería una señal de que la circulación sanguínea está siendo obstaculizada. Algunas personas sienten este calambre como un entumecimiento del cerebro junto con una sensación de que está «latiendo» con fuerza (a veces incluye ruidos agudos).
- Sensación de entumecimiento. El dolor de cabeza y la ansiedad también pueden estar relacionados causando embotamiento de la cabeza; Así, la persona siente como si su cerebro o su cabeza estuvieran congestionados, como si no pudiera procesar la información del entorno o realizar una determinada acción. Este síntoma puede estar indicando un importante estado de fatiga, entre otros.
- Pinchazos en la cabeza. La ansiedad puede causar dolores de cabeza, que a su vez traen consigo una sensación de pinchazo en la cabeza (como un latido intenso). Los pinchazos pueden aumentar en intensidad y velocidad, provocando así una migraña crónica.