Si bien lo mejor es practicar técnicas comprobadas de relajación o ir a terapia, también existen remedios caseros y herramientas fáciles de implementar. Te compartimos algunos de ellos:
- Cuida tu cuerpo físico: Cuida tu alimentación y tus patrones de descanso y sueño. Una dieta equilibrada y un mínimo de 8 horas de sueño pueden contribuir considerablemente al manejo de este problema.
- Haz actividad física: Cuidar el cuerpo es también darle espacio para ejercitarse y moverse. Algún tipo de ejercicio es la mejor opción, pero también intenta estirarte cada 3 o 4 horas y caminar en algún momento del día.
- Medicina natural: Hay muchas plantas medicinales que se consideran que ayudan a la relajación. Algunos de estos son la malva, el toronjil, la valeriana, la pasiflora y la tila. Recuerda que es necesario consultar a un médico antes de consumirlos.
¿Qué es la ansiedad?
Todas las personas, en mayor o menor medida, experimentan episodios de ansiedad. Es un estado que forma parte de las respuestas adaptativas del organismo.
La ansiedad es básicamente un mecanismo defensivo. Es un sistema de alerta para situaciones que amenazan al paciente. La ansiedad es universal: puede ocurrir en todas las personas. Es un mecanismo normal y adaptativo que mejora el rendimiento, la anticipación y la capacidad de respuesta.
Practica la respiración profunda
Las respiraciones profundas y centradas pueden calmar tanto la mente como el cuerpo. Encuentre una habitación o área tranquila e inhale hasta contar hasta 10, sostenga por un segundo y luego exhale hasta contar hasta 10. Repita esto varias veces hasta que sienta que su ritmo cardíaco disminuye.
Acepte y reconozca sus sentimientos de ansiedad y luego trabaje para ponerlos en perspectiva. ¿Estás preocupado por algo que no puedes controlar? ¿Tiene miedo de una consecuencia que no es probable? ¿Teme una situación en la que no puede controlar las consecuencias? Analice sus sentimientos para encontrar la fuente y luego trabaje para ponerlos en perspectiva.