Los familiares y amigos de las personas que sufren problemas de ansiedad se encuentran ante una situación que, en muchas ocasiones, no saben cómo manejar. Esto puede llevarlos a sentirse confundidos y frustrados. Es conveniente saber actuar para prestar la ayuda adecuada y evitar actitudes o intentos fallidos de solución que contribuyan a agudizar y perpetuar el problema.
Es muy común que la persona que sufre un problema de ansiedad manifieste cambios en su conducta. Estos cambios pueden ser consecuencia de la ansiedad, o pueden responder a un intento de disfrazar u ocultar el problema (en caso de que la persona sienta vergüenza, tema el rechazo o no quiera que los demás se preocupen). Algunos ejemplos de tales cambios de comportamiento pueden ser: disminución del interés por realizar determinadas actividades, excusas, irritabilidad, cambios de humor, retraimiento, evitación de algunas situaciones, búsqueda de mayores condiciones de seguridad, actitudes defensivas (vigilancia, sospecha, susceptibilidad).
Qué puedes decir
Para ayudar a una persona con ansiedad, lo ideal es mostrar un apoyo incondicional. Puedes decirle “Si me necesitas, aquí estoy para ti”. “Te apoyo y te amo. Aquí estoy contigo».
Normaliza lo que le está pasando y guíalo para que pueda afrontar la situación y tratarla. También puedes decirle «Es normal lo que estás sintiendo y podemos trabajar juntos o busca apoyo profesional, cuando estés listo». Además, si es posible, trata de mantener el contacto visual mientras hablas.
Reduce la respiración ansiosa
Una vez que se ha frente a nosotros está sufriendo un ataque de ansiedad, lo más importante es tratar de reducir sus síntomas más críticos, se recomienda comenzar por ralentizar su respiración ansiosa, recordemos que la respiración es la base de la autorregulación corporal, por lo que si minimizamos esta hiperventilación o respiración acelerada, estaremos facilitando el camino.
Hay que tener en cuenta si la persona que tenemos delante es alguien de nuestro círculo cercano o no. será más fácil para nosotros ayudarlo ya que hay una confianza previa. Si no, es importante construir esa confianza con la persona. Puedes acercarte y hablarle con voz lenta y uniforme, presentarte y decir algo como: “Estás teniendo un ataque de ansiedad. Sé que lo estás pasando muy mal, pero en un rato habrá pasado. Voy a ayudarte, ¿de acuerdo? Ven… respira conmigo… así… poco a poco… muy bien… lo estás haciendo muy bien”.