A lo largo de tu vida te encuentras con muchas situaciones que pueden desencadenar o no un trastorno de adaptación: un despido, un cambio de trabajo, un ascenso, nuevas responsabilidades, un divorcio, una enfermedad, una nueva relación, una discusión y un largo etcétera. . Como he señalado antes, ante una misma situación desarrollamos diferentes formas de afrontamiento y depende de ese y otros factores que desarrollemos este tipo de trastorno.
Factores de riesgo que intervienen en la aparición de un Trastorno Adaptativo Mixto:
Vulnerabilidad
Grado en que somos susceptibles o no a la pérdida, daño, sufrimiento o cambio influye mucho en el desarrollo del trastorno.
Además, hay que tener en cuenta las condiciones físicas, económicas, sociales, culturales o educativas de la persona.
Puntos en común:
- Alto afecto negativo. En ambos trastornos hay mucho dolor emocional, irritabilidad, sentimientos de culpa y bajo estado de ánimo.
- Baja autoestima. Tanto en la ansiedad como en la depresión, la persona tiene una baja autoestima que le genera una gran impotencia y cree que no es capaz de afrontar la vida.
- Anhedonia o falta de energía. Este rasgo es más característico de la depresión y no aparece en personas con ansiedad pura.
- La hiperexcitación es más propia de la ansiedad. Las personas que la padecen suelen experimentar una sobreexcitación porque anticipan cosas que están por venir o tienen que hacer, aunque esa sobreexcitación no les sirva de nada. En una persona con depresión, los niveles de energía disminuyen, por lo tanto, no hay hiperexcitación.