El 53% de los colombianos reportó sentir ansiedad, según lo indica la más reciente Encuesta Nacional de Salud Mental (2015), e insumo para el Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021. De hecho, 3 de cada 100 colombianos tienen un diagnóstico de ansiedad, según el Ministerio de Salud.
Ante estas cifras, la realidad es que podrían aumentar como consecuencia de la situación mundial actual y el contexto de la pandemia del COVID-19. Además, el informe ‘Ansiedad, depresión y miedo: impulsores de la mala salud mental durante el distanciamiento físico en Colombia’, elaborado por Profamilia, arrojó que el 56% de los encuestados teme caer en la ansiedad y la depresión durante el aislamiento.
Ayúdalo a objetivar las situaciones
Asimismo, debemos ser conscientes de que la ansiedad lleva a las personas a sobrestimar las amenazas ya subestimar sus recursos para superarlas. Por eso, podemos ayudarte a analizar la situación de una manera más objetiva y realista.
Así podemos animarla a que se enfrente a lo que le está causando malestar, en lugar de sobreprotegerla o corroborar sus miedos desproporcionados.
Nerviosismo o ansiedad
Es muy común utilizar ansiedad como sinónimo de nerviosismo. Sin embargo, desde un punto de vista médico, sentirse ansioso de vez en cuando es saludable y perfectamente normal. Según la Asociación de Ansiedad y Depresión de América https://adaa.org/, los trastornos de ansiedad se desarrollan a partir de un conjunto complejo de factores de riesgo, que incluyen la genética, la química cerebral, la personalidad y los eventos de la vida.
La principal diferencia entre el nerviosismo, o digamos ansiedad «racional», y la ansiedad en sí misma es que esta última afecta tu vida diaria y te hace sentir totalmente abrumado más fácilmente sin una buena razón.