A partir de los 40 años, la mujer puede comenzar a presentar alteraciones y desequilibrios hormonales que suelen manifestarse a través de desequilibrios en la menstruación. Esto se conoce como menopausia y se puede tener una primera etapa con altibajos en la producción de hormonas femeninas, la perimenopausia.
Durante estos años, las mujeres experimentan cambios en el sistema reproductivo y en el cerebro que afectan directamente a su estado de ánimo. Esta irritabilidad e incluso la tristeza constante son algunos de los desencadenantes de la aparición de la ansiedad en la menopausia.
Osteoporosis
Otro punto a tener en cuenta con la llegada de la menopausia y la reducción de los niveles de estrógenos es que esto puede provocar pérdida de masa ósea. Por lo tanto, la probabilidad de desarrollar osteoporosis aumenta en esta etapa. Esta hormona tiene un efecto protector sobre los huesos de las mujeres.
Los estrógenos también juegan un papel importante en el Sistema Nervioso Central y son los responsables de la sensación psicológica de bienestar. Durante la menopausia son comunes los cambios de humor que se manifiestan como disminución de la energía, cansancio, depresión, falta de concentración, ansiedad, irritabilidad y agresividad.
Sofocos
Los sofocos son una sensación de calor repentina e intensa que suele aparecer en la parte superior del cuerpo -cabeza, cuello y tórax- y se acompaña de sudoración, palpitaciones o ansiedad .
La disminución progresiva en la producción de estrógenos tiene un impacto directo en la capacidad del cuerpo para controlar los cambios de temperatura. De esta forma, las situaciones de estrés, las comidas copiosas o el consumo de alcohol y café, entre otras circunstancias, provocan la aparición de este trastorno, especialmente por la noche.