Muchas personas, cuando experimentan un nivel muy alto de ansiedad o un ataque de pánico, creen que les va a dar un infarto o que se van a morir. Eso no es así. El cuerpo simplemente está en un estado de alarma provocado por la interpretación de una situación como amenazante o peligrosa. Las sensaciones que se experimentan en esos momentos pueden ser muy intensas y desagradables, pero son perfectamente aceptables para el organismo sin mayores riesgos.
Sin embargo, un estado de alta activación emocional mantenido durante un largo periodo de tiempo puede aumentar la probabilidad de desarrollar problemas de salud, fatiga crónica, agotamiento, disminución de las defensas, trastornos psicofisiológicos, etc.
Qué son los ataques de ansiedad?
La ansiedad forma parte de nuestra existencia, y es que, como si de un perro guardián se tratara, en situaciones en las que nuestra integridad se ve comprometida, juega un papel decisivo para nuestra supervivencia, ya que ante una señal o amenaza de peligro, nos ayuda a producir una reacción física y mental que nos ayuda a afrontar y responder. Así, en situaciones no tan extremas, incluso es deseable cierto grado de ansiedad para el normal manejo de las exigencias del día a día (preparar un examen, acudir a una entrevista de trabajo, tener que hablar en público, etc.) . El problema comienza cuando sentimos esa misma ansiedad de forma excesiva, superando un nivel de intensidad que la hace intolerable o cuando nos dificulta adaptarnos a los acontecimientos de nuestra vida cotidiana, pasando de ser un aliado a considerarlo como tal. un enemigo problemático. Dicho esto, quizás nos estemos preguntando en qué consiste realmente un ataque de ansiedad. ¿Puede ser peligroso?
La organización más influyente de profesionales psiquiátricos estadounidenses a nivel mundial, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA), en su manual DSM-V define los ataques de ansiedad como la aparición repentina de miedo o malestar intenso que alcanza su máxima expresión en un asunto de no más de 10 minutos. Es un trastorno psicológico que se manifiesta a través de las siguientes reacciones corporales:
Pautas para el manejo de los ataques de ansiedad
Como decíamos antes, los ataques de ansiedad puntuales no representan un problema, por lo que no tienen un tratamiento especifico. No obstante, desde ACM Psicólogos queremos ofrecer unas pautas que son útiles para gestionar los ataques de ansiedad:
En primer lugar, es recomendable realizar una analítica médica para descartar enfermedades orgánicas, como trastornos endocrinos o cardíacos. problemas entre otros.