Hay muchos factores que determinan la duración de la depresión.
Si alguien tiene un trastorno afectivo estacional, los síntomas de depresión pueden durar solo uno o dos meses, mientras que alguien con distimia puede luchar durante muchos años para sentirse feliz o emocionado nuevamente.
¿Cuánto tiempo estaré con esta depresión?
El objetivo de este artículo no es profundizar en el amplio tema de la depresión ni redundar en las manifestaciones clínicas o su tratamiento como hemos hecho en otros artículos, sino trasladar al lector una experiencia personal que , Como médico, he recogido después de muchos años de práctica; Esta es la angustia que manifiestan muchos pacientes cuando los síntomas de su depresión mayor tardan en desaparecer a pesar de haber instaurado tratamiento (sobre todo durante las primeras semanas), lo que les hace impacientes y repetitivos a la hora de expresar su deseo de mejora.
En estas situaciones, la persona deprimida siente tal necesidad de sanar (no sólo de mejorar sino de hacerlo pronto y de forma completa) que pierde objetividad cuando se le pregunta por su evolución («soy igual que antes»). el principio» «esto no mejora nada»), es pesimista sobre su evolución y no reconoce los signos de mejoría que pueda presentar, como por ejemplo recuperar algo el apetito, poder ducharse y vestirse tras varios días (o semanas) de pijama y abandono o afrontando pequeñas tareas que antes eran imposibles (preparar el desayuno, leer un poco…), dato que es percibido por el entorno del paciente pero no disfrutado por él si persiste en la terquedad de querer «estar completamente bien» desde el principio.
Detección precoz y con tratamiento correcto: entre 3 y 8 meses
Pongamos que tenemos un paciente al que le diagnostican depresión tras perder a un ser querido. Estas situaciones son muy comunes; sin embargo, con un diagnóstico precoz y una asistencia terapéutica fiable, correcta y bien aplicada, se pueden observar mejoras a partir de los tres meses.
Es importante señalar aquí la relevancia de recibir una buena terapia en todos los casos. En ocasiones, caer en manos de malos profesionales o recibir abordajes terapéuticos poco fiables tiene como resultado todo lo contrario: la depresión empeora.