Sólo una visión global del problema orgánicamente justificado llevará al médico a reconocer que estamos ante un ataque de pánico. Para confirmar el diagnóstico es necesaria la presencia de al menos cuatro de los síntomas físicos o mentales antes mencionados. Su gravedad se evalúa teniendo en cuenta el número de síntomas experimentados y su intensidad.
La característica fundamental del trastorno de pánico es la “crisis”. La palabra “ataque o crisis” da idea de lo repentino de su aparición y el atributo “pánico” describe adecuadamente la angustia muy intensa que sufre la persona durante los minutos que dura la crisis de ansiedad.
¿Qué hacer ante un ataque de ansiedad?
Cualquiera puede sufrir un ataque de ansiedad en una situación determinada. El manejo adecuado de los síntomas nos ayudará a recuperarnos más rápido y con mayor eficacia.
- Identifica el ataque. Si podemos ver que es un ataque de ansiedad y no que nos estamos muriendo, podremos actuar de manera más efectiva. La creencia errónea de tener un infarto o volverse loco intensifica aún más los síntomas físicos.
- Respira uniformemente. Al modificar tu respiración, el resto de síntomas disminuirán progresivamente.
Trastorno de Ansiedad Generalizada
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) se manifiesta como una preocupación persistente y excesiva por cosas de la vida diaria como las relaciones familiares, el desempeño laboral y asuntos menores como citas o deberes . Junto a la preocupación y la tensión, pueden aparecer síntomas físicos como problemas de sueño, inquietud y falta de concentración.
Estos síntomas deben ocurrir la mayoría de los días durante un período de seis meses para que sea TAG.