A veces nos damos cuenta de las reacciones de nuestro cuerpo, como cuando notamos los nervios que nos produce una entrevista de trabajo en el estómago o el dolor de cabeza que puede aparecer ante una situación preocupante. Hay síntomas físicos que nos resultan más llevaderos, otros que resultan más molestos y otros que incluso nos pueden asustar. En el caso de las personas que viven con ansiedad, ya sea de forma más puntual o continuada pero siempre vivida con mucha intensidad, puede aparecer una gama muy dispar de síntomas físicos asociados que varía de una persona a otra. Uno de los síntomas más temidos es sentirse mareado o mareado, ya que podemos llegar a creer que esta sensación conducirá a debilidad corporal, pérdida de estabilidad, y finalmente al desmayo; Poder incluso creer que algo grave está pasando en nuestro cuerpo, que es lo que nos está provocando mareos, o simplemente temer que la persona se desmaye por un fuerte sentimiento de vergüenza ante la situación.
En general, es difícil esclarecer las causas exactas de la aparición de este tipo de molestias: puede deberse a un problema en el sistema del oído interno, cervicales, migraña, o incluso lesiones que pueden haber sido causado en parte del sistema nervioso. La cuestión es que hay ocasiones en las que la persona pasa por todo tipo de pruebas médicas y finalmente no se diagnostica una causa orgánica que explique su sensación de mareo. Es en este tipo de casos que quizás corresponde más a un proceso psicológico.
Principales causas de la ansiedad
1.- Las variaciones de la tensión arterial producen con frecuencia sensación de mareo o inestabilidad. Para ser más exactos, cuando la persona tiene la presión arterial baja, las sensaciones de mareo son especialmente notorias al cambiar de postura. En el caso de pasar de estar sentado o acostado a estar de pie, esta variación es muy visible. Cuando nos levantamos de una silla, el cuerpo necesita llevar sangre a zonas más altas, por lo que tendrá que bombearlas con mayor fuerza. Mientras no se regule la presión, se producirán episodios de inestabilidad. Normalmente es temporal y en unos segundos desaparece. Si la tensión arterial se desequilibra por cualquier motivo, sin necesidad de cambios posturales, también se producen sensaciones transitorias de desequilibrio que tienden a remitir en poco tiempo.
Soluciones útiles para estos mareos
La mejor manera de prevenir este tipo de molestias, o gestionarlas si se producen, es controlando la respiración. Es muy conveniente utilizar la respiración diafragmática.
Del mismo modo, conviene trabajar el pensamiento para disipar esa tendencia a definir cada situación en términos catastróficos. La ansiedad provoca mareos cuando es muy elevada.