La causa principal puede deberse a algún tipo de enfermedad que padezca y que le provoque ansiedad por la comida, como la insuficiencia pancreática que hemos comentado anteriormente. También es posible que se produzca por medicación si estás en tratamiento e incluso por algún tipo de cambio hormonal.
Una parte fundamental para que nuestro perro no sufra ansiedad es educarlo, sobre todo en temas de alimentación. Mucha gente utiliza erróneamente el pienso como premio, produciéndose una situación de estrés para el perro ya que tiene comida disponible, pero no sabe cuándo. En este caso, la solución es sencilla: se debe dar de comer al perro siempre a la misma hora, y premiarlo solo para reforzar un comportamiento o si se ha portado bien.
Convivencia en casa
Mejorar la convivencia con tu perro en casa es un factor que a veces pasamos por alto. Sin embargo, debemos tener en cuenta que un perro, como cualquier otro miembro de la casa, valora mucho un hogar limpio, ordenado y sin ruidos.
Estas características de la casa influyen considerablemente en el estado de ánimo de nuestra mascota. Si conseguimos mantener un hogar confortable para todos los miembros de la familia, respetando los espacios y evitando el desorden, se reducirá el nivel de ansiedad general y los nervios del perro.
Falta o mala socialización
La socialización es el proceso por el cual el cachorro explora y aprende de su entorno. Un perro que ha tenido una buena socialización sabrá reaccionar adecuadamente a los estímulos del medio en el que vive.
Aunque la socialización del perro dura toda la vida, la etapa crucial para introducir al perro en el mundo en el que vivirá como adulto es desde su nacimiento hasta los tres meses.