Los trastornos de ansiedad, que incluyen fobias, ataques de pánico, ansiedad generalizada y trastornos de estrés postraumático (TEPT), son afecciones graves con repercusiones en la salud bucal que pueden tratarse con diversos métodos.
Los problemas de salud bucal asociados con los trastornos de ansiedad incluyen aftas, sequedad de boca, liquen plano (líneas blancas tenues, áreas rojas o úlceras en la boca), síndrome de boca ardiente y trastornos de la unión temporomandibular (ATM).
Aspectos a revisar
La lengua debe estar rosada, sin grietas y flexible. Otros tonos pueden determinar enfermedades, o incluso son un signo inequívoco de que fumas. Pueden servir como síntomas claros de una falta de hemoglobina o cuando atravesamos una fase dura de desnutrición.
Los problemas digestivos también repercuten en la zona. Recuerde que el idioma es una extensión de esta región, por lo que están vinculados. Lleva una dieta equilibrada y localiza otra serie de dolencias, sobre todo problemas estomacales, ya que también están relacionados y se reflejan allí.
Entonces, ¿qué está pasando?
- Encías sangrantes: El estrés puede provocar una reacción de las bacterias dentro de la boca que hacen sangrar las encías. La sangre sabe a metal y se puede saborear incluso si la cantidad de sangre es apenas perceptible. Es posible que durante los ataques de ansiedad y estrés tengas un ligero sangrado de las encías.
- Hipersensibilidad al gusto: durante los períodos de ansiedad, no es raro que las papilas gustativas se vuelvan más sensibles. Existe alguna evidencia científica que sugiere que durante los períodos de estrés intenso, las papilas gustativas cambian, de modo que el mismo sabor puede tener un efecto diferente.