Al contrario de lo que suele decir la gente del entorno de los padres (ya que las familias de la Tribu CSC saben muy bien que pasa) es algo normal. Gente que por ignorancia les echa la culpa de haberse acostumbrado, de que es así por su culpa, de que en lugar de independizarlos están convirtiendo a su hijo en un niño mimado, malcriado y malhumorado, que ya ni siquiera acepta a otros parientes que no sean mamá y papá, ya veces ni siquiera ama a papá.
Es decir, no tiene “mamita”, no es algo que los padres hayan hecho mal, y no se ha acostumbrado a nada. Lo que tiene esa niña es en realidad lo que conocemos como ansiedad por separación, y no solo no es una regresión, sino que es un avance de lo más lógico en su desarrollo. Un avance que los padres deben conocer y comprender, sobre todo para no caer en la tentación de escuchar consejos y recomendaciones sin sentido.
¿Cómo superarlo?
No necesariamente puedes prevenir la ansiedad por separación. Pero hay varias cosas que puede hacer para ayudar a su bebé.
Juega a “peek a boo”: este juego clásico puede ayudarte a superarlo. Consiste en cubrirse la cara con las manos y hacerla aparecer.
Síntomas de ansiedad por separación en bebés
Hasta los 3 años, los niños suelen sufrir ansiedad por separación. Sin embargo, no todos los niños son iguales. Algunos lo superarán antes y otros lo superarán un poco más tarde. Los principales síntomas de esta ansiedad por separación son:
- Pesadillas de separación.
- Se niega a dormir fuera de casa sin sus padres.
- Tripas o dolores de cabeza cuando saben que se van a tener que separar.
- Negativa a salir de casa.
- Preocupación constante o excesiva por la ausencia de uno de los miembros de la familia.
- No querer que lo dejen solo en ningún momento, ni siquiera cuando los padres están en otra habitación.
- Dependencia exclusiva cuando está en casa.