En primer lugar, debes saber detectar signos de ansiedad en tu mascota, lo cual comenzará con la observación. Si lo notas nervioso, ladrando en exceso, repitiendo varios patrones de comportamiento, jadeando, temblando o destrozando todo lo que encuentra a su paso, estos pueden ser síntomas de ansiedad.
También es importante estar atento a otros posibles síntomas como la caída del cabello. Te será de gran utilidad llevar un registro del contexto en el que se producen estos periodos de ansiedad, para confirmar o descartar su relación con la comida.
La rutina o cualquier situación que le genere estrés
Si el perro realiza poca actividad física o la falta de interacción con sus dueños, puede provocar una rutina nerviosa de comer para paliar lo que siente. Si el perro está sometido a una situación de estrés constante, también puede generar este tipo de comportamiento.
La ansiedad alimentaria en los perros se genera por la necesidad de comer rápido por el miedo a que otro perro acabe comiéndose su ración. Esto puede ocurrir incluso cuando estamos cerca de la zona donde se alimentan, por lo que en estos casos es mejor separarlos. Conseguimos que coman de forma más relajada y, por tanto, que no tengan la necesidad de comer rápido por miedo a que les roben la comida. En el caso de que el problema sea con nosotros, debemos acompañarlo mientras come para que entienda que no le vamos a quitar la comida. Es importante reforzar la sensación de que estamos ahí pero no representamos ninguna amenaza.
¿Con qué frecuencia se debe dar de comer al perro?
Alimenta a tu perro al menos 2 veces al día con intervalos de 8 a 12 horas por comida. También puedes dejar su plato de comida lleno para que pueda comer cuando quiera, aunque no suele ser la mejor opción, especialmente para perros con sobrepeso. Además, puede atraer roedores y plagas a su hogar.
Puedes desarrollar una rutina para que los perros aprendan a lidiar con la ansiedad a la hora de comer. Deles al menos 20 minutos para terminar su comida antes de vaciar sus comederos. Esto lo podemos hacer cada vez que le demos de comer hasta que se acostumbre a la rutina.