Hola, mi nombre es Miguel y tengo 28 años. Mi vida cambió drásticamente en 2009 cuando estaba en mi último año de universidad. En los meses previos a que comenzara mi calvario me habían recetado antibióticos en dos ocasiones. Además, mi alimentación en ese momento era muy mala, como la de casi todos mis compañeros de la residencia.
Y antes de llegar a casa antes de Navidad noté que llevaba unas semanas un poco hinchado, justo debajo del ombligo. Él era delgado. Así que esto era obvio y me hizo sentir incómodo. Pero pensó que la causa sería toda la basura que había estado comiendo. Y fiestas con amigos.
Cómo se siente el dolor de estómago por ansiedad
Después del nacimiento de mi primer hijo, hace más de 21 años, me diagnosticaron SII. He sido consciente de lo que como y mis factores desencadenantes durante más de 20 años. Siempre he tenido una barriga «hinchada», pero nunca he experimentado la barriga hinchada e hinchada que tengo ahora. Parece que estoy embarazada. El abdomen está distendido desde el esternón (justo debajo de los senos) y está tenso y dolorido.
En los últimos 3 meses ha empeorado, así que volví a mi médico de cabecera y me dijo que estaba relacionado con la ansiedad. Expresé mi temor de que me estuviera pasando algo grave, por lo que me derivó a un cirujano para una gastroscopia y una colonoscopia. También me hizo una ecografía de los riñones y el hígado, ya que tengo dolor en el riñón izquierdo.
Desventajas
- Pérdida de apetito, debido a la ansiedad y el estrés emocional
- Aumento de los síntomas de ansiedad, como miedo, preocupación e irritabilidad
- Digestivo problemas, como dolores de estómago, diarrea y náuseas
- Fatiga y falta de concentración, debido a la ansiedad y problemas digestivos
Muchas personas sufren de ansiedad y problemas digestivos simultáneamente. Estos incluyen dolor abdominal, diarrea, sensación de saciedad y gases. La ansiedad puede causar estas condiciones, pero también pueden ser el resultado de una condición médica subyacente. Reconocer los síntomas y buscar tratamiento ayudará a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Los tratamientos incluyen medicamentos, terapia conductual y dieta. Desarrollar técnicas de relajación y evitar situaciones estresantes también puede ayudar.