- Desarrollo más lento en el feto en crecimiento.
- Trabajo de parto prematuro. Cuanto mayor es la ansiedad que sufre una mujer durante el embarazo, mayor es el riesgo de prematuridad. Varios estudios lo asocian con miedo al embarazo o ansiedad perinatal.
- Bajo peso al nacer.
- Malformaciones congénitas. El hecho de que la mujer viva una situación de estrés grave durante el primer trimestre puede aumentar el riesgo de malformaciones menores del feto.
- Consecuencias en el neurodesarrollo durante la infancia:
- Retraso en el desarrollo intelectual, especialmente en el lenguaje.
- Retraso en el desarrollo motor.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad de 5 a 14 años. La persistencia del trastorno en la edad adulta y la ansiedad prenatal crónica también están asociadas.
- Problemas de comportamiento.
- Mayor riesgo de trastornos psicológicos en la edad adulta y mayores niveles de estrés.
- Retraso en el desarrollo intelectual, especialmente en las habilidades lingüísticas.
- Retraso en el desarrollo motor.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad de 5 a 14 años. La persistencia del trastorno en la edad adulta y la ansiedad prenatal crónica también están asociadas.
- Problemas de comportamiento.
- Mayor riesgo de trastornos psicológicos en la edad adulta y mayores niveles de estrés.
No debemos confundir preocupación con ansiedad
Durante el embarazo, la mujer se somete a numerosas pruebas que controlan la correcta evolución del embarazo. Aunque nadie cuestiona la utilidad clínica de estas pruebas, es perfectamente normal que antes, durante y hasta la entrega de los resultados de las diferentes pruebas, las mujeres embarazadas y sus parejas se enfrenten a inquietudes que muchas veces pueden confundirse o superponerse con episodios de ansiedad. que se encuentren dentro de la normalidad.
Una de las pruebas de embarazo más importantes es el cribado del primer trimestre en el que se evalúa el riesgo de que el bebé presente anomalías cromosómicas comunes como el síndrome de Down. Cuando la madre se enfrenta a un resultado de alto riesgo en estas pruebas, suele recomendarse un procedimiento invasivo para su confirmación y hasta que no se obtiene el resultado final puede provocar un aumento de la ansiedad materna. Hoy en día disponemos de otras pruebas que mejoran el rendimiento del cribado del primer trimestre, como las pruebas prenatales no invasivas, que reducen el número de procedimientos invasivos innecesarios, aliviando en muchos casos estos episodios puntuales de ansiedad.
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