Úrsula se refiere con esta frase a “las típicas cavilaciones de la gente ansiosa, preocupada mucho por cosas pequeñas o cotidianas”.
Un aspecto muy importante que siempre nos recuerda la psicóloga y autora de cuentos infantiles Begoña Ibarrola es que el primer paso para ayudar a nuestros hijos en su gestión emocional es reconocer y legitimar sus emociones.
¿Qué debemos evitar decir a las personas con ansiedad?
Hagamos una lista:
Decirle a una persona con ansiedad «no te preocupes» o «deja de preocuparte» es uno de los primeros impulsos cuando queremos ver a un familiar o amigo sin ansiedad. Sin embargo, hacen sentir a esa persona que no tiene apoyo familiar ni social. Y también, que está minimizando su trastorno, lo que la llevará a la desmotivación, frustración, abandono muchas veces de la terapia y disminución de la autoestima. Todo ello hará que la comunicación con el entorno acabe sufriendo y se aíslen, ya que piensan, como en el caso de María, que “para qué decirle nada, si no me va a escuchar”.
«Piensa en cosas positivas»
En un momento de ansiedad, cuando tu corazón late con fuerza, te faltan respira o presiona el pecho, es casi imposible que la persona piense en cosas positivas. Lo que podemos hacer es razonar el pensamiento.
La terapia es fundamental para aprender a hacerla