La ansiedad es un estado de alerta y tensión emocional que surge cuando anticipamos un peligro o amenaza. Es una emoción normal y todos la sentimos en algún momento de nuestra vida. Sin embargo, en ocasiones podemos sentir ansiedad de forma muy intensa o con mucha más frecuencia de la esperada, dadas las circunstancias. En estos casos, podríamos haber desarrollado un trastorno de ansiedad si la ansiedad causa una incomodidad significativa o interfiere significativamente con nuestras vidas.
La ansiedad y el miedo comparten muchas características. Sin embargo, hay algunas diferencias. La diferencia más importante es que en el miedo podemos identificar claramente un desencadenante inmediato, mientras que cuando sentimos ansiedad, el desencadenante puede no ser tan obvio o inmediato. Por ejemplo, si me encuentro con un toro bravo a la vuelta de la esquina, es claro que tendré miedo; si la policía me llama a las 10 de la noche, podría sentir cierta ansiedad (si anticipo malas noticias), pero la amenaza aún no está claramente definida.
¿Cómo se presenta?
Existen varios tipos de síntomas englobados en diferentes zonas o niveles, aunque aquí hablaremos de los más comunes:
- A nivel físico podemos encontrar taquicardia, palpitaciones, temblores , sudoración, insomnio, náuseas y mareos o dolor en el pecho, entre muchos otros.
- A nivel cognitivo podemos encontrar dificultades en las áreas de memoria, atención y concentración, así como preocupaciones excesivas, pensamientos irracionales, rumiaciones y expectativas negativas.
- A nivel social/conductual podemos encontrar sentimientos de bloqueo, dificultades para expresar nuestras opiniones, miedo excesivo a posibles conflictos, estado de alerta e hipervigilancia constante, impulsividad y tensión.
- A nivel psicológico/emocional podemos encontrar la sensación de amenaza o peligro, el deseo de huir, el miedo a perder el control, la inseguridad, etc.
Hidratos de carbono complejos
Los carbohidratos como los cereales integrales, el arroz o la pasta aportan glucosa al cerebro, evitando los cambios de humor.
Las proteínas contenidas en carnes, pescados, legumbres y huevos aumentan la síntesis de serotonina, que está directamente implicada en el estado de ánimo.