La diferencia entre las contingencias comunes y profesionales es que en el primer caso se protege al trabajador de patologías recurrentes, como la depresión por causas personales como la pérdida de un familiar o un accidente no laboral. Recuerda que más allá de las bajas laborales, los trastornos de ansiedad son algo delicado que debe ser tratado por un profesional competente. Esto se debe al hecho de que, además del impacto en su estilo de vida, pueden traer consigo otros problemas médicos que solo empeorarían su situación. En otro caso, si la baja por ansiedad fuera debida a contingencias periciales, no se requerirá intervalo de tiempo previo de cotización. La licencia por depresión puede ser temporal oa largo plazo.
Por otro lado, es muy difícil determinar la duración de una baja por ansiedad, hasta la recuperación completa para poder afrontar las funcionalidades y responsabilidades que se derivan de tu puesto de trabajo. Así lo demuestran los datos y cantidades anunciados por la Organización Mundial de la Salud. La ansiedad afecta a mucho más de 300 millones de personas, un fenómeno que se agudizó en plena pandemia gracias al COVID-19, en momentos en que aumentaba exponencialmente en el mercado laboral, especialmente entre las mujeres. En la situación de haber superado los 65 años se podría juzgar, pero la situación es complicada y habrá que acudir a los tribunales de justicia con absoluta certeza siempre que tengamos la posibilidad de demostrar que el hecho causante es anterior a la edad legal. Jubilación.
¿Cómo sabes si tienes ansiedad?
Como cualquier condición, el trastorno de ansiedad debe ser diagnosticado por un profesional médico. Pero hay síntomas que pueden guiarte y alertarte para buscar ayuda profesional. Algunos de estos síntomas son:
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Tensión muscular.
- Sudoración excesiva.
- Dolor de cabeza.
- Problemas para comunicarse y concentrarse.
- Respiración acelerada.
¿Cuánto tiempo puede durar?
Nuestra legislación determina que un trabajador puede permanecer de baja por ansiedad un máximo de 12 meses consecutivos. Pero en el caso de que el médico de familia o la mutua consideren que existen causas que justifiquen la prórroga del permiso por ansiedad, éste podrá prorrogarse otros 6 meses de forma excepcional.
Una vez transcurrido este plazo, es posible que se determine que no hay posibilidad de recuperación, por lo que se citaría al trabajador ante un Juzgado de Medicina para el reconocimiento de incapacidad permanente.