A nivel psicológico, la intervención psicoterapéutica se centra en dos momentos diferentes: uno en reducir los factores de estrés previos que precipitan o catalizan el picor, y otro en cómo manejar el malestar crónico, y qué hacer para que la calidad de vida sea no se reduce seriamente al centrar la atención en las sensaciones de picazón. Además, se debe hacer hincapié en los consejos que producen alivio y, en ocasiones, incluso remisión del trastorno: duchas o baños fríos, en ocasiones junto con sustancias como el polidocanol. También puede ayudar a mejorar los ambientes fríos, especialmente por la noche, y también se recomienda el uso de compresas frías. Normalmente, mediante la combinación de fármacos, hábitos como los descritos y apoyo psicológico, el picor se reduce a una intensidad soportable.
La dermatilomanía es otro problema muy relacionado con el picor nervioso.
¿Qué es la dermatitis nerviosa?
La dermatitis nerviosa, también conocida como alergia nerviosa, es una serie de erupciones cutáneas, enrojecimiento o protuberancias inflamadas acompañadas de picor que aparecen como reacción a estados de estrés, ansiedad o nerviosismo.
Este tipo de dermatitis es una reacción de nuestro sistema inmunológico ante una situación incómoda o perjudicial para nuestro organismo.
Síntomas de tipo cognitivo
- Incapacidad para concentrarse o tomar decisiones sencillas
- Procrastinación (No asumir responsabilidades, aplazar en el tiempo las cosas que tenemos que hacer y sabemos que que hacer)
- Pérdida de memoria
- Distraerse fácilmente
- Preocupación excesiva
- Pensamientos negativos
- Pensamientos recurrentes, pensar demasiado en las cosas mucho
- Ansiedad excesiva
- Llorar fácilmente
- Estar irritable
- Impaciencia excesiva
- ) Experimentar cambios de humor Enviado
- volverse más sensible a las críticas
- Estar a la defensiva
- Sentirse fuera de control
- Falta de motivación
- Ira, frustración
- Falta de confianza o autoestima