Diversos estudios han demostrado que la forma en que respiramos tiene efectos directos relacionados con el estrés, la ansiedad, la depresión, los trastornos emocionales, el TDAH y el sueño, entre otros. En Estados Unidos se han obtenido resultados sorprendentes. Centrarse en la respiración durante 20 a 40 minutos al día ha ayudado a miles de personas a sobrellevar los trastornos del sueño, los efectos del shock postraumático y controlar su hiperactividad.
El cerebro, estrechamente relacionado con la mente, sigue siendo un órgano del cuerpo. Hay una relación bidireccional entre nuestra mente y nuestro cuerpo. Si trabajamos a través de nuestro cuerpo, se producen efectos en todos los órganos del cuerpo, que incluye el cerebro. Esto se traduce en un aumento del bienestar a nivel fisiológico y emocional. Trabajamos la dualidad cuerpo-mente en dos direcciones opuestas y complementarias.
Importancia de la respiración para la ansiedad
Es común que cuando una persona se encuentra en un estado de ansiedad tiende a alterar inconscientemente el ritmo de la respiración, ya sea porque ha tomado demasiado aire rápidamente o porque lo hizo con amplios intervalos de tiempo y profundidad. De ello responde la importancia de la respiración como mecanismo idóneo para el control de este padecimiento.
Es importante señalar que el acto de respirar es un proceso que, aunque el cuerpo lo hace de forma inconsciente en todo momento, a diferencia de otros mecanismos inconscientes, es uno que puedes elegir realizar de forma consciente y controlada. forma.
Respiración Completa
El principal objetivo de este ejercicio es desarrollar el uso completo de los pulmones y enfocarnos en el ritmo de nuestra propia respiración.
Se puede hacer en cualquier posición, pero para empezar a practicarlo se recomienda tumbarse boca arriba con las rodillas flexionadas.