La duración de un tratamiento nunca es la misma. Cada persona necesita su tiempo. Depende de muchos factores, como el verdadero origen del problema, la implicación del paciente, el vínculo que se establece entre el terapeuta y el paciente, etc.
Sin embargo, es cierto que la gran mayoría de las personas que acuden a terapia, con motivación, y con una frecuencia de trabajo semanal, el primer mes, empiezan a notar mejoras.
Todo es cuestión de tiempo
Volvamos a Lucas. Cuando acudió a la consulta lo hizo con unas expectativas excesivamente altas, creyendo que la ansiedad se curaba en dos o tres sesiones y, si no era así, siempre quedaba el recurso de las «pastillas mágicas» que lo hacían de inmediato.
Es necesario que, desde el principio, el paciente comprenda que tanto los trastornos de ansiedad en sí como su tratamiento requieren tiempo, no son instantáneos. Sin embargo, notará mejoría en cada sesión.
¿Cuándo se convierte la ansiedad en un trastorno de ansiedad?
En general, la ansiedad tiende a desaparecer cuando la situación se vuelve menos estresante. Sin embargo, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría afirma que cuando persisten las conductas de evitación y los síntomas físicos de ansiedad, puede ser necesario considerar opciones de tratamiento, ya que esta preocupación excesiva puede afectar su calidad de vida.
Existen varios tipos de trastornos de ansiedad que pueden ser diagnosticados por profesionales de la salud mental. Utilizan un recurso llamado Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 5.ª edición (DSM-5), que ha establecido varias condiciones de salud mental. Es necesario identificar qué trastorno de ansiedad específico puede tener antes de determinar qué opciones de tratamiento son las mejores.