A). Detención de pensamientos: Es una técnica de control emocional muy sencilla que se utiliza para tratar las obsesiones y equilibrar los pensamientos negativos. Requiere entrenamiento para identificar los pensamientos más dañinos y convertirlos en positivos, y se divide en varios pasos:
- En primer lugar, debes prestar atención a tus pensamientos, identificando aquellos con connotaciones negativas ( prejuicios , odio hacia los demás, culpa, etc.).
- A continuación, se debe detener mentalmente el pensamiento mediante una orden: “¡Basta!”.
- Finalmente, los pensamientos negativos son reemplazados por otros más positivos. Por ejemplo: «Lo hace a propósito para molestarme» se puede reemplazar por «No se ha dado cuenta de cuánto me molesta».
La ansiedad y la ira, esas grandes incógnitas
La ira es una emoción multifacética. Surge cuando experimentamos una sensación de amenaza, pero, a su vez, se inocula en nuestra mente a través de una serie de cogniciones (pensamientos) tales como “me están ofendiendo, están atentando contra mis derechos, me han engañado, están manipulándome, están cometiendo una injusticia…”
Ahora bien, como ya sabemos, este tipo de estados emocionales a veces conducen a comportamientos violentos, sin embargo, y aquí viene lo más interesante, en buena parte de las personas en las que se juntan la ansiedad y la ira, esto no sucede, en ellas, en promedio, se mezcla otra emoción: la tristeza.
6 técnicas efectivas para controlar la ira
1. Piensa antes hablas
En un momento de ira, es fácil decir algo de lo que luego te arrepentirás. Tómate unos minutos para ordenar tus pensamientos antes de decir algo, y deja que las otras personas involucradas en la situación hagan lo mismo. igual