La ansiedad también afecta al sistema digestivo. De hecho, ante una situación de peligro (real o imaginaria), el aparato digestivo es una de las primeras partes del cuerpo que deja de ser una prioridad. Esta es la razón por la que pueden surgir problemas gastrointestinales como digestiones pesadas o pérdida de apetito.
Como ya hemos comentado, cuando nos sentimos ansiosos nuestro sistema digestivo se ve afectado. Por lo tanto, es posible experimentar náuseas u otros síntomas, como dolor o malestar, después de comer.
Náuseas por ansiedad. ¿Qué son?
Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido náuseas. Las náuseas son aquellas sensaciones que experimentamos de molestias en la parte posterior del estómago y la garganta (aunque también en cualquiera de las zonas involucradas en el tracto intestinal del aparato digestivo), y que en ocasiones pueden llegar incluso a provocar vómitos, ya que suelen ser una sensación que indica su proximidad –aunque no siempre es así-.
Las náuseas por ansiedad son, ni más ni menos, un síntoma físico gastrointestinal, el mismo síntoma físico que cualquiera de nosotros notamos con una causa concreta: experimentar ansiedad. Un cambio corporal que se produce en nuestro organismo como consecuencia de la ansiedad, más concretamente, en el estómago y la garganta, como acabamos de ver.
Sana tu sistema digestivo
Si sientes muchas náuseas, es posible que tu sistema digestivo se haya visto afectado de alguna manera. Por eso, lo primero que debes hacer es tratar los problemas en tu sistema digestivo y evitar que empeoren.
Puedes optar por medicamentos para tratar problemas estomacales, pero también te recomendamos que consideres opciones naturales: tisanas, ejercicios de respiración, aromaterapia, etc. Las infusiones de jengibre o manzanilla son muy útiles para tratar problemas estomacales.