Un ataque de pánico puede desencadenar reacciones físicas graves. Muchas de las personas que la padecen piensan que están teniendo un infarto. Algunos llaman al 911 porque no saben lo que están experimentando. Suelen presentar al menos alguno de los siguientes síntomas, que suelen durar entre 10 y 15 minutos:
- Sensación de muerte o peligro inminente.
- Miedo a perder el control o morir.
- Frecuencia cardíaca rápida y palpitante.
- Transpiración.
- Temblores.
- Dificultad para respirar u opresión en la garganta.
- Sofocos.
- Náuseas.
- Calambre abdominal.
- Dolor torácico.
- Dolor de cabeza.
- Mareos, aturdimiento o desmayos.
- Entumecimiento u hormigueo.
- Sensación de irrealidad o desapego.
Algunas claves para tratar la ansiedad
Existen diferentes medidas que podemos tomar para reducir la ansiedad:
- Ejercicio.
- Practica técnicas de respiración.
- Lleva una dieta saludable.
- Dormir al menos 7 u 8 horas al día.
- Evitar el consumo de alcohol y drogas.
- Utilizar guías de relajación muscular progresiva.
- Reducir o evitar el consumo de azúcar y cafeína.
¿Qué es la ansiedad?
- El miedo activa la ansiedad, que es una reacción fisiológica de nuestro cuerpo que se expresa por: aumento del ritmo cardíaco, dificultad para respirar, dolores de cabeza, sudoración, etc.
- Cuando la reacción fisiológica del miedo dura más de unas milésimas de segundo, la llamamos ansiedad. Es decir, cuando el conjunto de reacciones psicofisiológicas del miedo se mantiene durante mucho tiempo y más que la respuesta inmediata al estímulo se define por la ansiedad.
- No es una reacción patológica pero si supera un cierto umbral provoca pánico, es decir, tener un ataque de pánico.