En el tratamiento de la ansiedad se suelen utilizar dos tipos de fármacos: los ansiolíticos y los antidepresivos.
Los ansiolíticos más utilizados pertenecen al grupo de las benzodiazepinas de alta potencia (Alprazolam, Loracepam, Diacepam, Cloracepam, etc.). Producen un efecto calmante. Actúan reduciendo los síntomas de ansiedad en cuestión de minutos y disminuyendo tanto la intensidad como la frecuencia de los episodios de ansiedad. Los principales efectos adversos de las benzodiazepinas consisten en somnolencia, alteraciones de la memoria, atención y concentración. El deterioro de estas funciones cognitivas suele ser temporal (se experimenta mientras se toma el fármaco) y sólo se produce con dosis altas y prolongadas en el tiempo. Otro inconveniente es que su consumo prolongado puede generar efectos de dependencia (adicción) y tolerancia (pérdida progresiva de eficacia).
Tipos de ansiedad
- Trastorno de pánico
- Trastorno obsesivo-compulsivo
- Fobias
- Trastorno de Ansiedad Generalizada
- Trastorno de Ansiedad Social
- Trastorno de estrés postraumático
Independientemente del trastorno específico, los procesos que lo impulsan generalmente siguen un patrón similar. Las personas con ansiedad tienden a reaccionar ante pensamientos, sentimientos y situaciones desagradables de maneras más extremas y pueden tratar de controlar estas reacciones evitando los desencadenantes.
¿Qué es la ansiedad?
Solo tener que definir el concepto de “Ansiedad” es algo complejo, ya que es normal encontrar confusión, no solo en el público en general sino también entre los profesionales de la salud.
Existe cierta confusión entre ansiedad, angustia y estrés, usándose estos términos indistintamente y confundiéndose entre sí.