Los científicos no encuentran una razón para explicar por qué lloramos, ya que sentir ansiedad, dolor o pena es una habilidad innata del ser humano. Pero, a pesar de que llorar no nos ayuda a salir de la situación que nos angustia, a veces necesitamos llorar y no podemos evitar echarnos a llorar.
Lo que se puede afirmar es que, si bien consideramos que reír es algo positivo y llorar es algo negativo, o incluso traumático; llorar también tiene algunas ventajas ya que nos permite eliminar adrenalina y noradrenalina. Con esto logramos desahogarnos, relajar nuestras emociones y ver con claridad, ya que las penas obstruyen nuestro intelecto y nuestra capacidad de discernir y decidir.
Llorar tiene una razón
Es importante no llegar a estas fronteras emocionales. Debemos entender que la necesidad de llorar siempre tiene un motivo, un detonante que debemos aclarar. En esos días en los que se nos quiebra la voz al mínimo, nos cuesta tragar y de repente se nos humedecen los ojos, solo nos queda una opción: parar.
Nuestras emociones hablan y debemos escucharlas. Hacerlo es salud psicológica ante todo porque el llanto emocional es parte de lo que somos, tiene una función y no podemos evitarlo.
Menstruación y llanto sin razón
Los cambios hormonales que ocurren durante la menstruación pueden causar síntomas emocionales y físicos, conocidos como síndrome premenstrual. De hecho, hasta el 75 % de las mujeres en edad reproductiva experimentan el síndrome premenstrual, según un estudio de 2013.
Si no estás siguiendo tu ciclo menstrual y no sabes que estás comenzando, es posible que no te des cuenta de que estás experimentando el síndrome premenstrual.