La solución a este tipo de problemas dependerá de cada caso, pero normalmente, en primer lugar, hay que trabajar para que la persona recupere su autonomía y pierda el miedo al mareo y la inestabilidad, y en segundo lugar, las causas de ese nivel de activación o alto estrés para encontrar soluciones adecuadas y prevenir futuras recaídas. Si te interesan las soluciones que la psicología aporta a través de la psicoterapia, echa un vistazo a este artículo: «cómo es la psicoterapia«
Los principales miedos al mareo
Todas estas sensaciones dan miedo, y nuestra imaginación vuela. Muchos de los testimonios nos cuentan que su peor miedo al sentirse mareados es pensar que no podrán mantener el equilibrio, que se desmayarán y caerán al suelo. “Desorientarse” o “estar inconsciente” son uno de los pensamientos que más nos pueden asaltar en esos momentos de síntomas desagradables. Pero nuestra mente no suele quedarse ahí, también juega a imaginar situaciones desastrosas como las que nos contaba Paula, quien decía “tengo miedo de tener un accidente o de provocarlo si me mareo en una situación en la que puede pasar esto: como al cruzar un paso de peatones, conduciendo, en las alturas, en el metro…”
Y luego están los miedos más profundos que seguro que a algunos de los que estáis escuchando/leyendo esto os resultarán familiares. Imaginaciones que van más allá y nos presentan escenarios catastróficos e irreversibles como los que nos describió Fer, que no tienen tanto que ver con perder el conocimiento y caer, sino «más bien con el hecho de que nunca dejo de ser así» temiendo que no lo sean. poder seguir trabajando o que no van a poder conocer a nadie porque son así, incluso es común creer en desenlaces como los imaginados por Belén, quien, describiéndolo con humor, dice «si empeoramos, yo imagina que me voy a morir y en mi epitafio dirá: me veo aquí por un mareo». Poco a poco ha aprendido a restarle importancia a algo que otras personas viven con verdadero horror: pensar “me voy a morir” o “pensé que me iba a volver loco” como compartió Enrique; Como respondió uno de nuestros participantes, “si persistiera la situación de vértigo extremo, con la absoluta sensación de descontrol que me supone, creo que perdería la cabeza”.
Referencias
Royal Devon University Healthcare. (2023). Mindfulness para el mareo crónico. Obtenido de https://www.royaldevon.nhs.uk/media/tvphq05d/mindfulness-for-chronic-dizziness.pdf
Staab, J. P. y Ruckenstein, M. J. (2003). ¿Cuál viene primero? Mareos psicógenos versus ansiedad otogénica. El Laringoscopio, 113(10), 1714-1718.